Dejándoles libertad creativa. Sólo asegurándonos de que trate sobre ciencia.
La motivación y el interés de los alumnos están garantizados. Y lo más importante de todo esto es el torrente de ideas que tienen y su creatividad.
Ya tenemos en marcha un juego sobre islas científicas, algunos nombres de islas, algunas reglas de juego (tipo trivial), propuesta de elaboración de cartas que acompañen al juego,...
En principio se planteó como un juego de mesa. Ya exploramos cuáles de los polígonos regulares cubrían el plano y cuáles no. El "más chulo" fue el hexágono.
Pero en seguida surgieron nuevas ideas, algunas incluso que modificaban bastante el planteamiento inicial. A saber:
- Otros juegos diferentes al que "ya habíamos consensuado".
- Nuevas aportaciones, o variaciones del proyecto común. Algunas de ellas, que también supondrían alterar aspectos "ya decididos".
Por un lado hay que hacerles ver que cuando ya se ha alcanzado un acuerdo, se debe respetar. Pero el permitirles aportar ideas, y que algunas lleguen a ser aceptadas, contribuye a que lo vean como SU JUEGO. Hay que conjugar ambas cosas.
Y una modificación que rápidamente altera el planteamiento inicial "consensuado": el que el juego no sea de mesa, sino digital. Es la que estamos explorando ahora.
Pero sin descartar el juego de mesa. Elaborar un tablero digital no impide elaborar uno físico; las cartas físicas no impiden la existencia de cartas digitales, etc
A mí me gustaba más el juego de mesa (más manipulativo), pero como una cosa no quita la otra...
Por cierto, espero colgar dentro de poco al menos el diseño del tablero.
Si seguimos la versión digital, usaré la plataforma "Gamesonomy", que es la única que conozco un poco. Lo ideal es que programen ellos, pero por algo hay que empezar. Ah, y deberé estar pendiente de que los recursos no infrinjan derechos da autos ("clase" introducción a los tipos de licencias digitales)...
Es curioso, pero aunque el juego no tratara sobre ciencia, realizarlo digitalmente iniciaría al alumno en la programación ("...todo el mundo debería saber programar..."). Y eso siempre es una buena idea.
Jose Miguel Martinez Monleon
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