lunes, 17 de julio de 2017

“El melocotón terrestre de Inge”


 (Inge Lehmann).

Era el momento más divertido del día para mis amigas, las hermanas Lehmann. Después de cenar, en la habitación la curiosa Inge y su hermana, cada una en su cama, se contaban las cosas bonitas y divertidas que les había pasado durante el día en el cole y todos los esfuerzos hechos para ser las primeras de cada clase.
Mis dos amigas asistían a un cole muy especial, al que iban niños y niñas juntos, estudiando las mismas cosas e investigando cosas nuevas. Era un cole nuevo, muy activo y atractivo y también preocupado por la inquietud de cada jovencito y jovencita. 
¡La curiosa Inge me contaba todas las aventuras que le ocurrían en su nuevo cole! ¡Qué bonito! ¡Cómo disfrutaba con sus nuevas aventuras!
Yo, por el contrario, iba a un cole solo con chicas y aprendía cosas para poder ayudar a mamá y papá en casa cada día.
A la curiosa Inge le apasionaban las matemáticas y disfrutaba con ellas. Podía pasar horas y horas investigando acerca de cómo Pitágoras logró saber aquella fórmula tan maravillosa sobre los triángulos. Yo, en cambio, prefería salir al patio a jugar con los amigos del cole.
Pero llegó aquel fatídico día, su enfermedad le impedía superarse en sus estudios como ella desearía, pero con mucha ayuda y, sin nunca perder las ganas de aprender, logró superar los tan queridos estudios de matemáticas.
Y así fueron pasando los años, crecíamos en dos mundos paralelos. Yo seguía saliendo con mis amigos pero la curiosa Inge disfrutaba con los estudios de sismología, los terremotos, los movimientos de la Tierra y las ondas que se producían. Estaba inmersa en este mundo en el que solo había hombres que estudiaban.
Su curiosidad era tal que un día me planteó una cuestión que no la dejaba descansar, me dijo:  

-       Mira Dana, la Tierra es así, como este melocotón. Tiene una fina capa donde vivimos llamada corteza como la piel del melocotón, una capa intermedia llamada manto dividida en manto superior y manto inferior como la pulpa del melocotón y una zona interna llamada núcleo dividida en núcleo interior y núcleo exterior como el hueso del melocotón.
-        ¡Pero Dana, algo falla!
-        ¡No lo entiendo!
-        ¡No puede ser!
-        ¿Ese núcleo es todo sólido? -Se quejaba la curiosa Inge-.
-        No coinciden mis resultados con la constitución del núcleo –me decía la curiosa Inge toda enfadada- Tengo que seguir investigando, ¡esto no puede ser!

         
             CORTEZA                                         MANTO                                            NÚCLEO

Y así lo hizo, pasó a ser la jefa del departamento de sismología del Real Instituto Geodésico danés con el fin de poder conocer cómo era el núcleo de la Tierra. Mi amiga se convirtió en una de las primeras mujeres en investigar este campo que, hasta entonces, era estudiado por hombres. Qué orgullosa estaba de mi amiga, de ver donde había llegado, ni más ni menos que al Instituto Geodésico danés. ¡Increíble!
¡Y por fin llegó el día tan esperado, ese día que se recordará en la historia por su gran hallazgo! ¡El núcleo de la Tierra tenía dos partes y no solo una como se pensaba!
Sus gráficas así lo demostraban, las ondas sísmicas se desplazaban a diferente velocidad cuando llegaban a una cierta profundidad, algo diferente había, ¡no era todo el núcleo igual!


Así lo redactó la curiosa Inge en sus documentos llamados "documentos P".
Concluyó que el núcleo estaba formado por una zona interna metálica que era sólida recubierta por otra exterior líquida que actuaba como lubricante permitiendo a la interior sólida moverse libremente.

CORTEZA, MANTO Y NÚCLEO (exterior e interior)
Una de las imágenes del blog: va de ciencias: http://vadecienciacmc.blogspot.com.es/

Y así me lo hizo saber. Cogió un huevo cocido y lo introdujo en agua con mucha sal generando unas densidades muy diferentes tal que el huevo flotaba y permanecía en suspensión sobre el agua igual que el núcleo interno lo hacía en el núcleo externo.


¡Genial! ¡Lo entendí! Era increíble que mi amiga me explicara todos sus conocimientos de forma tan sencilla y yo fuese capaz de entenderlos. ¡Qué contenta estaba yo! El nombre de esa amiga con la que me bañaba en el mar los días calurosos de verano quedaría en los libros para la historia:
           
"La discontinuidad de Lehmann: zona de transición entre el núcleo interno y núcleo externo descubierto por Inge Lehmann"





REFERENCIAS


Propuesta de Mónica Almazán Vallés

6 comentarios:

  1. Mónica, estuvo muy bien explicado. Y me sorprendio que fuera una mujer, simpre habia pensado que era un hombre!

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  2. Me ha gustado mucho como planteas la narración, es muy ingenioso. Engancha a l@s alumn@s en una historia que de otra manera no les interesaría.
    El núcleo terrestre se estudia en primaria y resulta muy atractivo introducirlo de esta manera.

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  3. Me gustó mucho la historia y como la presentaste. Además tb descubrí que Lehmann de la discontinuidad de Wiechert-Lehmann fue una mujer en este curso. :-)

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  4. El comentario anterior es mio

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  5. Un conte molt entretingut per a explicar el descobriment fet per una persona que tots pensàvem era un home, com passa tantes vegades! L'explicació amb el présser i els ous és didàctica i original, ideal per als alumnes. M'ha encantat!

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  6. Lidón Montañés20 de julio de 2017, 8:54

    Els comentaris de Castellonera són meus (Lidón Montañés). Perdoneu la confusió.

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