martes, 8 de marzo de 2016

LA ARAÑA QUE QUERÍA SER MARIPOSA

HERNÁNDEZ-LÓPEZ MJ
La segunda de mis propuestas es un cuento con ciencia. Con el se puede trabajar algunas de las diferencias entre insectos y arácnidos así como valores como la importancia de valorar y ser feliz con lo que uno tiene y no envidiar lo que tienen los demas. Se me ocurre que podría contarse el cuento con algun muñeco o peluche al que se le puedan añadir o quitar piezas (por ejemplo pegadas con velcro), como alas, patas, ojos, antenas, lengua enrollada....). Espero que os guste.

LA ARAÑA QUE QUERIA SER MARIPOSA
Había una vez una araña que vivía en un viejo caserón abandonado. Su casa , una hermosa y enorme tela de araña, se encontraba al lado de una ventana por la que normalmente sólo entraba polvo y unos cuantos rayos de sol al atardecer.... Un día de primavera, unos niños jugaban a la pelota fuera del caserón cuando, de un balonazo rompieron la ventana que estaba al lado de casa de la araña. Afortunadamente sólo cayó un pequeño trozo del cristal y la tela no sufrió desperfectos... Al día siguiente, al despertarse de un sueño reparador tras su habitual comida nocturna de mosquitos atrapados en su red, la araña vio, con sus 8 ojos, como un hermoso ser entraba por el agujero de la ventana. Se trataba de una bella mariposa que... 


...buscaba la calidez y la protección de la casa para poner salvo sus huevos de los que nacieran sus pequeños gusanitos. La araña quedó tan maravillada con tan hermosa criatura que se quedó medio traspuesta y soñó en convertirse en mariposa. Lo primero que tengo que hacer- pensó la araña- es ponerme un par de bonitas alas y un par de antenas y se fue al alantenista para que se las colocara. Y así , en sus sueños, volaba lejos de su tela de araña y conocía mundos fascinantes hasta ahora desconocidos para ella. Sin embargo para poder ponerse las alas debía quitarse un par de patas, pero tal era su emoción que no le importó prescindir de ellas y acudió al médico quitópata más cercano. La nueva aracniposa viajó sin cesar, haciendo nuevas amistades entre las mariposas de la comarca. Estaba contenta, pero......había tenido que adquirir una nueva , larga y enrolladísima lengua que casi no le dejaba hablar.., con lo que a ella le gustaban las tertulias! Además , se estaba cansando de la dieta blanda, todo en día bebiendo néctar, con lo ricos que estaban los mosquitos rebozados de tela de araña! Pero lo peor, fué cuando un día fue a ver a los recién nacidos de su nueva amiga Marirrosa y no supo que decir cuando vio que eran unos horrendos gusanitos verdes y pegajosos que sólo hacían que comer y comer...En seguida recordó con nostalgia a sus 87 hijos, todos igualitos a ella nada más nacer.
Cuando, ya cansada de ver mundo, volvió a casa a descansar se dió cuenta que no podía entrar el ella, pues sus grandes alas no le permitían posarse sobre la tela sin quedarse pegada en ella...y además cojeaba un poco. De repente un enorme pánico se adueñó de ella y empezó a pensar el lenguas enrolladas, estrictas dietas líquidas, bebes gusanos, alas enrolladas en la tela de araña....Socorrooooo!- gritó- cuando despertó aliviada de su sueño y fue entonces cuando se dió cuenta de que prefería ser la feliz araña de siempre y de que  la felicidad consiste en valorar lo que uno tiene y no en envidiar lo que tienen los demás.

MARÍA JOSÉ HERNÁNDEZ LÓPEZ

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